miércoles, 28 de diciembre de 2011

“SOBRE LA OSCURIDAD”, de Dolors Alberola



    Permítanme regalarle para este Enero de Reyes una recomendación, el libro recién  sacado del horno por Rumor Visual que ha editado a Dolors Alberola su último poemario.  Su nombre “Sobre la oscuridad” guarda las facciones oscuras, enigmáticas, de los títulos misteriosos. No en vano, esta obra inteligente es una especie de sobremesa existencial sobre las sombras que, haberlas hay y de muchos tipos diferentes, una disertación poética sobre la clave de algunas negruras.
No debemos engañarnos, los poemas nos eligen de la misma forma en que lo hace a veces una mirada entre la multitud. Desde la intriga. Y en este libro, como ya contestara Alberola en la entrevista concedida a Faílde, “la sombra nos revela su hermosura”. De pronto aquéllo que leemos nos define y todo nos sorprende, hasta nosotros mismos.  Es ésta una obra que precisa de varias lecturas para redescubrir en cada una de ellas la velada existencial de la niña que nunca se deja de ser y está presente, el alivio fortuito que abastece la palabra, todo un baile intimista de revelaciones donde cada fragmento es una bombilla en la oscuridad, una reflexión recalcitrante, una búsqueda vehemente más allá del espejo, del tiempo, el retrato de un pulso a pulso con los interrogantes, la función poética del desgarro, del dolor huérfano de ciertas heridas… Supura la respiración de los versos en las letras de Alberola, tal es el caso de “Oración a lo oscuro”, donde la escritora nos dice acerca de las palabras que… “son más libres, se abren / como flores nocturnas que no teman / volver de su descanso”.

Inquieta pensar qué dramático y a la vez hermoso es ese respingo temerario de columpios y espejismos que arrumba en la existencia, qué metástasis sufren las preguntas sencillas en los huesos de las distintas soledades… “cada uno ahorcado en las preguntas / y nada respondiéndolas”, dice la autora. Es posible que en el fondo de una sombra, de un poema, se viertan las respuestas que a cada uno, a cada lector sirvan, glorifiquen. Hagan, por tanto, de este libro su triunfante hallazgo, una íntima declaración de conclusiones y permítanse habitar por las bondades de tanta oscuridad. Sencillamente, déjense coger en brazos por la poesía de Dolors Alberola. Su recompensa está servida.


1 comentario:

  1. A fé mía que es un gran libro de poemas, tanto en verso como en prosa, donde la poeta da lo mejor de si misma, conectando con una forma de hacer totalmente avanzada y una temática digamos de última generación. Apoyo la moción de M. Carmen y estoy de acuerdo con su crítica-crónica.

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